domingo, 18 de noviembre de 2012

Crónica


“Esto no es un cuento: Aquí la mejor arma es el talento”

Entre rimas y ritmo se van contando las historias del barrio, de la calle y
de la vida con los parceros, de la familia y del amor.

Por: Dayana Isaza Castañeda
Cada persona es un mundo diferente, cada persona tiene una historia que contar, unas que tienen final y otras simplemente quedan en puntos suspensivos. No se borra de mi mente ese jueves en el que, en la ruta Calasanz Boston en Medellín, se subió una joven muy delgada, que tenía sombra azul brillante en los ojos, una pañoleta roja en la frente y una gorra blanca puesta hacia atrás en la cabeza. Su cuerpo delgado buscaba equilibrio con una sola mano, con la otra sostenía un bafle de esos que funcionan con pilas. Comenzó a cantar. El rap, ese género que acompaña mi vida desde hace algunos años, que me atrapó y me envolvió.

Cuando la escuché me quede mirándola fijamente, sintiendo cada palabra. Era un canto a Dios, a la vida, a la esperanza, a su familia, a los días en los buses, a los días lluviosos. Al final las gracias al creador por darle la oportunidad de trabajar. La sencillez que demostraba y la pasión con la que cantaba. A diferencia de muchos trabajadores informales, ella no trasmitía lastima, ni contaba una triste historia para conmover, simplemente cantaba y hacía olvidar del calor del medio día y de la incomodidad de viajar en bus.

Antes de que se bajara, recordé la crónica que debía escribir para una de mis clases, aún no tenía tema, pero esta joven hizo que mi corazón se entusiasmara al ver lo que hacia. Mire hacía atrás buscándola con la mirada, le dije que la necesitaba para un trabajo de la universidad, que si podía darme un número telefónico para comunicarme con ella. Rápidamente me dijo que se llamaba Carol y me dio un número telefónico.
Cuando llegué a mi casa, comencé a buscar algunas crónicas acerca de cantantes urbanos, de cantantes de rap. Había encontrado un tema, estaba viviendo la historia que contaría.
Llamé al número que me había dado. Pregunté por ella pero la voz que había del otro lado del teléfono me dijo que estaba equivocada. Sentí que toda esa emoción se había esfumado. Estaba como al principio, sin una historia para contar.

Decidí volver a llamar, me dijeron que no la conocían, pero insistí diciendo que era una joven que trabajaba cantando en los buses y que me había dado ese número para hablar con ella. La mujer que me contestó me dejo esperando, cuando volvieron a tomar el teléfono, sorprendentemente era ella. Le hable recordándole quien era, y hablamos un poco para planear un encuentro. Ella no tenía un número celular, y ese, al que la estaba llamando, era de la casa contigua a la suya, lo que me preocupaba mucho. Entonces, le di mi número para que el sábado de esa semana me llamara y poder indicarme donde nos veríamos. Había logrado encontrarla.

Se me ocurrió una idea, hablar con el integrante de un grupo de rap que hace poco había conocido, para tener dos historias unidas por el rap. Logré conseguir el número de Jader, integrante de un grupo local, Las Plagas. Lo llamé pero su hermano me dijo que no estaba. Mis llamadas no me animaban mucho.

El sábado, me quede esperando la llamada de Carol, llamada que nunca recibí. La semana terminó y mis dos personajes, tan solo estaban en mi imaginación.
El tiempo se me agotaba, los días pasaban y aún no comenzaba a escribir. De nuevo llamé a Carol, cuando me escucho, me dijo que se le habían perdido mis números y por eso no me había llamado. Le pedí que me diera un punto estratégico para encontrarnos el sábado de esa semana a la 1:30 de la tarde.
Nuestro punto de encuentro: El Éxito de Robledo, donde se estacionan los buses de la ruta Circular Coonatra.

Era sábado, a la 1:30 p.m. estaba donde Carol me había indicado. Había aproximadamente cinco trabajadores informales. Una chica vendía dulces y dos niños pequeños unas extrañas golosinas, todos hablaban mientras llegaba algún bus para trabajar. También había dos puestos de venta informal. Espere algunos minutos, dándole tiempo a Carol de que llegara. Le pregunté a la chica de cabello corto y rojo que vendía dulces, que si la conocía y la había visto ese día, ella me dijo que se había subido en uno de los buses, que en cualquier momento regresaría.

Eran las 2:04 p.m. y aún Carol no aparecía, el calor era insoportable. Los que trabajaban en los puestos de venta comenzaron a irse.
A las 3:30 p.m. miré hacia abajo y vi que Carol subía, podía notar el cansancio, el sudor caía por su frente. Inmediatamente me puse de pie, al parecer ella no me reconoció porque siguió hacia arriba, así que corrí para alcanzarla.
Me preguntó que si nos demorábamos, que no tenia mucho tiempo porque debía recoger a sus hijos. Nos sentamos en la cera para hablar un rato.

La calle, un improvisado escenario
Su nombre es Carol Jiseth Murillo Quintero, nació en Bogotá. Estudió hasta quinto de primaria, porque desde pequeña decidió enfrentar la vida en las calles. Conoció todo tipo de personas dejándose envolver por las drogas y se alejó completamente de su familia.

Tuvo la oportunidad de ingresar a un centro de rehabilitación en Bogotá, en aquel lugar, cuyo nombre no alcanzó a decirme, paso cuatro años en los que conoció el Rap, a Dios y a Mario, su esposo. Cuando era niña le gustaba mucho cantar, pero eso había quedado en los recuerdos de esa oscura infancia, sin imaginarse que esa sería la manera en la que podría sacar a su familia adelante. Las drogas deterioraron su piel, como si el tiempo y la calle hubieran dejado cicatrices imborrables, para que no olvidara el pasado.
Con su padre no habla desde hace algunos años y a su madre la llama cuando puede. A ellos poco les interesa su vida desde que eligió las calles y desaprovecho la oportunidad de estudiar. Solo conoce a su hermana mayor y tan solo sabe de la existencia de sus dos hermanos menores.
Desde hace siete años vive en Medellín, después de haber vivido en Cali y Bogotá. Decidió cantar en los buses en compañía de su esposo “por la necesidad” como ella misma lo expresa, “para sacar la familia adelante”. Vive en Robledo La Playita, eso era cuando pude hablar con ella, pero antes vivía en Niquitao en habitaciones de improvisados hoteles. Era un ambiente muy pesado que no era para los niños, así que los sacó de la escuela y encontraron una pieza para arrendar en Robledo.

Cuando le pregunté por qué había elegido el Rap y no otro género, comenzó a responder y sus ojos se abrieron, hablaba con un tono de agradecimiento a la vida por haberle mostrado otra manera de enfrentar la calle. “El Rap lo conocí en la fundación, allá cantaban música cristiana y había un grupo juvenil que cantaba rap. Ellos me enseñaron y empecé a cantar con ellos, y me decían que tenia muy buena voz. El rap lo elegí porque me gusta, porque también me lucra, porque me va muy bien, porque es lo que me gusta hacer, me gusta expresarme con este arte, porque para eso esto, para uno expresarse, de todo lo que pasa, de todo lo que sucede y lo que uno piensa”.

Tiene 3 hijos, un niño de 8 años, una niña de 5 y un bebe de 3 años. Solo puede trabajar dos horas diarias, porque no tiene quien le cuide los niños todo el día, y ahora es más difícil porque no están estudiando, así que la señora de la casa donde arrendaron la habitación, se los cuida ese tiempo. En esas dos horas trabaja para poder comprar “el diario” con los diez o veinte mil pesos que logra recoger; su esposo Mario aprendió a fabricar escobas y trapeadoras, y  lo que gana en la microempresa donde trabaja, que es menos del mínimo, paga el arriendo y los servicios. Los domingos, en su día de descanso, Mario, cuida a los niños y Carol trabaja en la mañana y parte de la tarde, para poder llegar y salir un rato al parque. Si en la semana les fue bien, se pueden gastar veinte mil pesos para comprarles algo a los niños en esas salidas.

Pensar en ahorrar algo para un futuro, lo ve como un imposible, “solo se trabaja para el día a día”. Hablar de futuro para Carol es dejar de pensar en ella, no sabe hasta cuando vivirá, pone todo en manos de Dios.

Lo más duro ha sido ser mamá, trabajar en embarazo, más que por los peligros que corría en ese estado, por la lastima con la que la miraban las personas, fue algo que la hizo sentir mal en sus tres embarazos. “Estar embarazada no es motivo para que lo miren a uno con lástima”.
Trabajar en la calle no es fácil, donde hay raperos el ambiente es pesado pero ese  es el “gueto de la calle”, es por eso que Carol trabaja sola, casi nadie sabe de su vida, trata de ser muy seria y no tiene amigos. Prefiere estar aparte de los problemas y así poder trabajar en cualquier ruta, sin pedirle permiso a nadie.

Carol debía irse por sus hijos, me contó que el domingo se pasaría para otro lugar, inmediatamente pensé que de nuevo, seria difícil organizar otro encuentro. Ella me dijo que me llamaría para ver que día podíamos encontrarnos, incluso me dijo que podría conocer a sus hijos y pasar un día con ella. Eso me entusiasmó mucho.

Continúa la búsqueda

El sábado volví a llamar a Jader, y logré hablar con él. Nos encontraríamos el martes de esa semana

Los días seguían pasando y la llamada de Carol no llegaba. El encuentro con Jader no tuvo éxito. Tenía muchos datos, pero estaban en el aire, no tenía un hilo que los atrapara.
El sábado siguiente, decidí buscarla en el mismo lugar donde me había encontrado con ella la primera vez. Estaban las mismas personas y me senté a esperar que apareciera por cualquier esquina o bajara de uno de los buses. Después de una hora, le pregunté a un joven que también cantaba, que si ese día la había visto, y me contó que durante toda esa semana no la habían visto por ahí, que ella, había tenido un problema con unas mujeres de por ahí y que no podía volver.

Tomé un bus que me llevara hasta La Alpujarra, otro de los lugares por los que trabajaba y donde se subió la primera vez que la vi en el bus. Miré por todas partes con la esperanza de verla, me acerqué a uno de los paraderos, y  a un señor que vendía chocolatinas  le pregunté si la conocía, me dijo que si, pero que ese día no la había visto, que si la veía por San Juan le decía que yo la estaba buscando.
Me senté un rato a esperar si en algún bus llegaba. Eran las 3:30 p.m. y aún no la encontraba, tomé un bus para irme para mi casa. Iba desilusionada, faltaban 4 días para entregar la crónica y no tenia nada.

Llegué y llamé al número que tenia de Carol, pero me dijeron que ya no vivía ahí y que no había dejado otro número para localizarla. Llamé a Jader y tampoco pude hablar con él. Pensé en buscar otro tema, pero nada me parecía interesante.

El sábado, a las 12:00 p.m. entro un mensaje a mi celular en el que decía que llamara a Jader al día siguiente a las 10:00 a.m. para encontrarnos.

El domingo a las 12 del medio día, me encontré con Jader en el Polideportivo de Bello. Llegó en su bicicleta amarilla, vestido con una camiseta blanca, pantaloneta azul oscura y tenis..

El “Ozzo” que canta rap.
Su nombre es Jader Serna, pero le diremos el Ozzo. Como le dicen desde hace algunos años, es que “se siente raro que me diga Jader”. Desde pequeño fue una “plaga” en el colegio. En la parte académica tenía un buen rendimiento, pero en cuanto a la disciplina, su comportamiento no era el mejor.
Nadie le enseñó, simplemente comenzó a escuchar  grupos de rap de Estados Unidos y con el tiempo descubrió que también se cantaba en español, y que en Medellín se hacía rap, así que comenzó a ir a conciertos y a eventos relacionados con el género. Escuchaba a grupos como La Clika, La Bomba Rulas, FB7, Black Soul, La tribu. Conoció a muchas personas del movimiento, al lado de sus amigos, quienes tenían mas conocimiento acerca del género y en un evento que hubo en la choza de Marco Fidel Suarez, en el municipio de Bello, pudo escuchar a Las Plagas, “yo ya los conocía, yo ya había tenido relación con el Cuate y con el Juan”. A lo ocho días siguientes, el Rap tocó la puerta, Las Plagas “cayeron” a la casa del ozzo.

Desde hace 15 años el Rap ha sido su mayor pasión, distribuyendo el tiempo entre el trabajo y la música, al igual que los demás integrantes del grupo. La música no se puede obligar a que genere dinero, cantan y componen tranquilos, respetando el arte.
Jader vive con su mamá y sus hermanos en Bello. Tiene una buena relación con todos. Sus hermanos también están inclinados por la música, pero en otros géneros. Todos se apoyan mutuamente y algunas veces lo acompañan a sus presentaciones. Para su mamá o su “parcera” como se refirió a ella en nuestra conversación, el Ozzo es un loco por la música.
Desde 1997, cuando el Ozzo y el Juan (integrante del grupo) hicieron parte de Las Plagas, dieron comienzo a la primera producción musical llamada Vida Dura. Muchas personas pueden pensar que hacer parte de una agrupación es sinónimo de tener mucho dinero, pero el recorrido que ha tenido este grupo no ha sido fácil, ellos mismo han buscando los medios para financiar los gastos de sus producciones, han estado atentos a conocer personas influyentes en el medio. Trabajan bajo sellos independientes y aún están en el proceso de registrarlos.

Pensar en apoyo por parte del gobierno, es algo que con algunas agrupaciones se evidencia, pero como lo expresa el ozzo, trabajar para ellos es limitar la expresión, seria desviarse del propósito del rap.

Cuando le pedí que me definiera el rap, sonreía mientras buscaba las palabras más apropiadas y que dejaran en alto el motivo que lo impulsa a vivir. En una sola frase lo hizo “el rap es una revolución”, “y como en toda la música, hay rap para el gueto y hay rap para el gomelo, yo lo veo, como tú lo quieras hacer, hazlo bien, muchas personas lo toman como una manera de agredir. No. La música no debe ser así”.

Mientras hablábamos se fumaba un cigarrillo y tomaba agua de un termo verde.

Sus canciones son inspiradas en lo que pasa en las calles, son críticas sociales que pretenden revolucionar al mundo y contar eso que a veces la sociedad olvida, pero que se vive día a día.

Los logros que han alcanzado Las Plagas han sido con mucho esfuerzo, con trabajo duro, superando las dificultades que se presentan al trabajar en grupo. ”Todos son unos talentosos”, “somos como hermanitos”. “Todo lo que hacemos es muy bacano, siempre y cuando usted le meta ganas, porque es algo para usted, para mostrárselo a la gente. Entonces nosotros procuramos que salga lo mas bonito posible, así sea con bajo presupuesto”. Han visitado en varias oportunidades  Bogotá, para participar en eventos como Rap al Parque, haciendo presentaciones en discotecas y en otros festivales. Sentir el reconocimiento es algo “muy bacano”, no solo en otra ciudad sino, en la casa, en el barrio y en el municipio donde el apoyo de la gente ha sido fundamental en todo.

Hablar del futuro con el Ozzo, es simplemente pensar en la música, aun no hay planes de familia, solo trabajar y “conseguir mucha plata para invertírsela a la música”. Por ahora solo quiere concentrarse en el nuevo empleo que tiene y en una producción como solista que espera lanzar muy pronto. Después llegaran nuevos proyectos, que como él dice, “ya están maquetiados”, como una canción al amor que tiene empezada y otra que es la promesa a un “parcero que se murió en el 95”.

Si hubo Historia que contar.

Cada persona es un mundo diferente, cada persona tiene una historia que contar, unas que tienen final y otras simplemente quedan en puntos suspensivos. Llegará el día en el que me suba a un bus y escuche de nuevo su voz. Y tal vez en ese mismo bus, escuche alguna canción del Ozzo en la emisora. Por ahora me conformo con saber que tuve algo que contar.

viernes, 19 de octubre de 2012

Nos que hacer conmigo




Mi querido diario, hay días en los que es imposible fingir estar bien, esos días en los que la mente no para de recordar momentos que solo le dan un tono gris a días como el de hoy. Al parecer no era buena compañía para nadie, fue por eso que no quise salir de casa y agradecí que todos salieran y pude estar sola. Extrañamente, la soledad hace parte de mis mayores miedos, pero en el día de hoy nada parecía tener sentido.
Solo la música me parecía buena compañía, aunque algunas canciones, tan solo me hundían mas en esos pensamientos que producen preguntas sin respuestas, otras traían a mi mente imágenes de momentos que creía ya estaban enterrados en el pasado. Sentía que nada en mi vida tenia sentido, que no tenía una vida. Al parecer todas las personas que me hacen parte de mi presente tienen un orden que rige el camino que recorren cada día…y ¿yo?, he hecho muchas cosas durante estos 18 años, tal vez cosas que muchos otros nunca podrán hacerlas. ¿Pero de qué me sirve eso?, si ahora tan solo paso los días estudiando y fingiendo una sonrisa cuando por dentro el corazón late lentamente, caminando mientras a mi espalda logro sentir los murmullos de una vida que ni conozco, pero al parecer todos creen que tengo.
Hoy no tenia ganas de comer, tampoco de bañarme. Solo quería acostarme en la amaca que hay en le balcón y ver el azul del cielo y las blancas nubes moverse…pero recordé que al frente viven algunos amigos y no tenia ganas de saludarlos, además al poco rato comenzó a llover.  Ni siquiera el cielo quería estar conmigo.
Decidí llamar a algunas amigas para distraerme, pero ninguna me contesto. Al poco rato algunas me devolvieron la llamada, pero yo, ya no quería hablar con nadie. Un baño con agua fría podría ayudar a sentirme mejor, pero estar en el baño hizo que ese nudo en la garganta comenzara a aflojarse y las lágrimas comenzaron a caer, una por una rodaban por mis mejillas, algunas se perdían en mis labios y otras lograban caer al piso.
¿En qué pensaba mientras lloraba?...pensaba en las veces en las que he cambiado mi felicidad por no molestar a los demás, en las veces que he hecho lo que es correcto, sin ser lo que realmente quiero. Pensaba en mi vida y me daba cuenta que no tenia una vida, que a pesar de dar lo mejor siempre, al final, mi compañía era el dolor y recuerdos que solo me lastiman. Cada lágrima podía ser una de tantas personas que el destino me ha quitado, o cada uno de los minutos que la vida me ha castigado con la soledad. El agua no parecía estar tan fría y su sonido se mezclaba con el de la lluvia. Cerré mis ojos y por un instante mi mente quedo completamente en silencio, no sentía nada. Supongo que lo mismo se siente al morir. Es un poco irónico que sin importar el camino que debamos recorrer en la vida, bueno, malo, obligados o libres, todos llegamos a la misma meta, a la muerte. La misma a la que tanto le tememos y que sin desearlo, llegamos a ella.  
El día me parecía eterno, la comida no tenía sabor y la lluvia no parecía producir frio. Intente dormir pero solo daba vueltas en la cama, miraba por la ventana y solo lograba desesperarme mas, ya no sabia que hacer conmigo misma, quería que esa vocecita que hablaba sin parar en mi cabeza se callara y dejara de atormentarme.
Cuando comenzó a ser de noche, ya no estaba sola, así que decidí quedarme en mi cuarto para no incomodar a  nadie con mis gestos de aburrición, y además, alguien podría notar que había llorado y no quería responder preguntas, seguramente me harían las mismas que durante todo el día intente responderme a mi misma. A los pocos minutos, alguien entro en mi habitación y se acostó a mi lado, no fue necesario mirar quien era para saberlo, el olor de su fino perfume era inconfundible.  Sin decir nada me abrazo delicadamente, y fue inevitable contener las lágrimas, esta vez sentía que me ahogaba, apretaba con fuerza la almohada, mientras sentía que sus manos acariciaban mi frente y poco a poco me fui calmando. Solo mi mama podía darme la tranquilidad que necesitaba, ella no me haría preguntas, sabia que era de esos días en los que me siento indefensa, como un ser pequeñito en un universo de gigantes. Ahí estábamos, como cuando era pequeña y me hacia dormir, la mire fijamente a los ojos y la abrace con todas mis fuerzas…”todo estará bien mi princesa, estas conmigo” esas palabras lograron que esa vocecita desapareciera y comenzara a recordar cual era el sentido de mi vida. Ser feliz, sin importar lo que encuentre al final del camino y sin importar la complejidad de la vida. Porque sabia que no estaba sola, que tenia lo mas importante para continuar, tenia Amor.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Relato de ficción.


La partícula de Dios
 Hace mucho tiempo, cuando la tierra tan solo era una esfera llena de agua, Dios hizo un viaje muy largo por todo el universo, recolectando varios elementos que le permitieran crear vida para poner en la tierra. Estuvo en todos los planetas en compañía de uno de sus ángeles, después se encerró en su hermoso palacio azul, que queda en medio de las nubes, durante muchos días creando una partícula que le ayudara a crear cosas y seres hermosos para la tierra como llamo a este planeta. Creo unas semillas que harían nacer muchas plantas muy altas y otras mas pequeñas y de muchos colores, también creo  unos diamantes que pondría en la parte oscura para que acompañaran a la luna a iluminar lo que se llamaría la noche. Le pidió a los ángeles que  crearan figuras en el cielo de seres que ellos quisieran ver en la tierra, y cuando todas las nubes tenían forma, Dios soplo en cada una de ellas y les dio vida y cada ángel le puso nombre a lo que son ahora los animales. Lo más importante  era una partícula muy brillante, de una mezcla de muchos colores, con esa partícula, al lado de otros elementos, Dios creo a los seres encargados de cuidar todo lo que había puesto en la tierra, cuando los creo, Dios sintió que era lo  mas perfecto que había hecho, así que a esta partícula la llamo “la partícula de Dios” y una pequeña muestra que le quedo, la oculto en un lugar muy especial.
2008 años después…
Peter Higgs, un científico que vivía en Boston,  estaba sentado leyendo la prensa, donde una vez más, hablaban de sus fracasados descubrimientos. Peter no tenía familia, porque dejo pasar toda su vida dentro de los laboratorios, sin obtener resultado en ninguno de sus estudios. Mientras pasaba las paginas del diario, un anuncio llamo su atención. Un importante centro de investigación de Suiza, estaba convocando a los científicos de todo el mundo para que encontraran la partícula subatómica que faltaba para un modelo estándar, que seria clave en la formación de vida. Por un instante Peter se entusiasmo, pero sus ánimos se esfumaron  al recordar todos sus fracasos. Comenzó a guardar todo lo que había en su laboratorio, se iría de viaje para recuperar todos los años que había perdido, aunque a sus 50 años eso seria algo difícil. Por lo menos podría disfrutar de su vejez, lejos de microscopios y de titulares desprestigiando su trabajo.
Esa noche quiso beber un fino vino que tenía guardado, hasta embriagarse y quedarse dormido.
Soñó que estaba en un lugar muy frio, pero la neblina no lo dejaba ver nada, así que comenzó a caminar y a lo lejos vio algo que brillaba y cuando iba a cogerlo se despertó. No le dio ninguna importancia  a ese sueño y al día siguiente empaco todas sus cosas y comenzó a buscar un lugar para comenzar de nuevo. Recordó que siempre había deseado ir a China, así que llamo al aeropuerto e hizo la reservación, sin fecha de regreso.
Cuando estaba en el avión, tomo un volante para leer mas acerca del lugar donde se quedaría, había muchos sitios interesantes que visitaría y se propuso escalar el Everest, podría tener éxito y llegar a ese lugar donde la tierra toca las estrellas.
Se hospedo en un fino hotel y conoció a Mao Lu, quien reconoció a Peter, por los innumerables artículos que se había publicado acerca de su fracaso como científico. Mao Lu le hablaba con respeto y hasta parecía que lo admiraba. Peter le pidió que fuera su guía, y le contó el deseo que tenia de escalar aquel monte. Mao se entusiasmo, estaba esperando que alguien mas se uniera a su sueño y nada mejor que escalarlo al lado del famoso Peter Higgs.
Por fin había llegado el día esperado, Peter y Mao estaban frente al gran monte. Peter pensó que los seres humanos estamos en un mundo de gigantes, pero con la capacidad de destruir a esos gigantes, incluso a nosotros mismos.  Comenzó la gran aventura, por primera vez Peter se sentía realmente feliz, sintió que su miedo a la muerte había desaparecido, que no le importaba si el mundo entero pensaba que era un fracasado, por fin había seguido  su corazón y era feliz.
Mao le hacia muchas preguntas a Peter, acerca de todo lo que había investigado y también le cuenta que el había perdido a toda su familia en un derrumbe, porque donde Vivían era una zona de riesgo. Ese día Mao estaba en su trabajo y por eso sobrevivió. Desde que eso sucedió, había decidido vivir la vida haciendo solo lo que lo hacia feliz y alcanzando todos sus sueños y que deseaba llegara hasta la cima de ese monte para sentirse mas cerca  de su esposa y de sus dos hijos. Peter se sorprendía de la felicidad con la que hablaba Mao, a pesar de la tragedia que había vivido y sintió que él no era digno de su admiración, que por el contrario seria él quien aprendería de Mao.
Pasaron la noche en medio de la nieve y hablando de sus experiencias. Al día siguiente, los sorprendió una avalancha. No podían ver nada, ya estaban apunto de llegar a la cima, ambos se tomaron de las manos, pero la avalancha se llevo a Mao, enterrándolo en la nieve y de alguna manera acercándolo a su familia, no fue necesario llegar hasta la cima del monte. Peter logro llegar hasta la cima, pero no podía ver nada, había mucha neblina, y por un instante recordó el sueño que había tenido  antes del viaje. Estaba en el mismo lugar, así que comenzó a buscar la luz que había visto en su sueño, esta vez tenia que alcanzar a cogerla y saber que era. Después de caminar durante un rato, vio una pequeña luz amarilla, lentamente se acercó. Tenia un poco de miedo. Continuo hasta que logro llegar a ella. Peter no podía creer lo que estaba ante el, había encontrado la partícula que tantos científicos estaban buscando. La partícula que Dios había ocultado estaba ante el, ante el científico mas fracasado. Peter la cogió con mucho cuidado y la guardo en un cofre de cristal que tenia en su maleta.  Peter descendió orgulloso de haber hecho lo que le dictaba el corazón, pensaba en Mao, ahora si podría sentirse orgulloso, seria un logro de los dos.
Peter descendió y se comunico con los científicos de Suiza, para darles la gran noticia. Inmediatamente enviaron un helicóptero para que Peter llevara la que, él mismo llamo, “La partícula de Dios”, quizá Dios le dio la inspiración. Desde entonces, Peter dejo de ser la burla de científicos, para convertirse en la portada de las más importantes revistas de ciencia. Había encontrado el eslabón que faltaba para el modelo estándar y simplemente porque por primera vez había hecho lo que le dictaba el corazón. 

La cueva de los sueños olvidados



El mundo tiene escondido en la entrañas de la tierra, secretos que quizá el hombre nunca alcance a descubrir. Muchos de esos secretos fueron creados por el mismo hombre, en otras épocas, en años lejanos. Y que ahora se convierten en enigmas, o tan solo en marcas que dejaron plasmadas en las rocas, plasmando lo que sus corazones les decían. El arte ha sido el lenguaje que nos cuenta como éramos antes, que nos sucedía, que sentíamos y como era el mundo.
Werner Herzog a viajado por todo el mundo, pero por un mundo que parece sacado de las historias de ficción  donde los personajes parecen vivir en un universo aparte de este, donde la naturaleza confirma la insignificancia
que somos. El deseo de mostrar una realidad diferente llevo a Herzong hasta la cueva Chauvet-Pont-d'Arc, en el sur de Francia. Una cueva donde el arte puede comprenderse solo en el silencio, donde uno o varios hombres nos dejan un legado que permite recuperar fragmentos desconocidos de la historia humana.
La cueva Chauvet-Pont-d’Arc es uno de esos lugares que quisiéramos cuidar y proteger, pero que era necesario mostrar a todo el mundo para que recordemos de donde venimos, porque predominan las figuras de animales, venimos de la naturaleza, del contacto con la tierra. Haber encontrado esta cueva, debe ser un llamado que nos hace la tierra, para que no solo cuidemos esos lugares que parecen ser otros universos, sino cada una de las partes en las que habitamos.
Para nuestros antepasados la naturaleza era tan importante que plasmaron de manera simple, para nosotros, ese mundo perfecto y tranquilo en el que ahora no vivimos, solo idealizamos. 

jueves, 30 de agosto de 2012

Religulous, una realidad que nos gusta esconder


Critica realista y comedia, dos elementos, que por lo general, comparten escenarios diferentes y manejan temas completamente opuestos, pero no es el caso del documental Religulous  ( contracción de las palabras inglesas “religión” y “ridículo), donde la mezcla de ambos elementos nos deja grandes cuestionamientos acerca de la realidad religiosa a la que hemos llegado, nosotros, los que decimos estar en la época mas civilizada de la historia humana.
Larry Charles , expone uno de los temas mas polémicos de la sociedad, no solo actual, sino de todos los tiempos; un tema que muchos dejan de lado, otros que pasan toda su vida investigando y aquellos, que sin tener claras sus creencias defienden sus ideologías, sin importar las ridiculeces en las que puedan llegar a creer.
Dejando de lado el cuestionamiento de saber cual es la mejor religión, Religulous deja ver los fanatismos a los que han llegado tantas personas en el mundo, las ideas absurdas que se tienen acerca de la vía espiritual, las respuestas que dan los entrevistados, en las que demuestran incoherencias y poco carácter al defender eso en lo que dicen creer. Un punto a favor de este documental , es que no se centra en una sola religión, como algo personal, sino que es una panorámica de la gran variedad de escapes que ha buscado el ser humano para satisfacer la necesidad espiritual en una sociedad individualista.
En la mayoría de las entrevistas, las personas se dejan intimidar por los argumentos de Bill Maher, lo que demuestra la poca convicción que tienen de la religión en la que creen, dándole la oportunidad a él, de discutir, opinar e incluso burlarse de las respuestas que se alejan de la cordura humana. Mas que una burla, es un documental que muestra una preocupante realidad, donde se utiliza la espiritualidad del ser humano como un potencial monetario, y no como uno de los aspectos fundamentales para la estabilidad de cada uno y por ende el mejoramiento de la calidad de vida; mas que criticar la religión, se resaltan las incoherencias bajo las que vive el hombre día a día.
Algo que vale la pena resaltar, es que el proceso de investigación que se hace para hacer los cuestionamientos que se exponen en el documental, es muy rigurosa. Las entrevistas van desde políticos, pasando por lideres religiosos, científicos y fanáticos, hasta llegar a personas  del común; esto demuestra que los creadores de este material no pretenden imponer un punto de vista, ni negar la existencia de un ser supremo, sino dar elementos a todos aquellos que vean el documental, de cuestionarse a si mismo.

jueves, 16 de agosto de 2012

El terrible planeta azul

En un fondo muy oscuro se ve una enorme esfera azul con una mancha blanca que cubre la parte superior de esa esfera, viajando a mas de cinco mil kilómetros por hora, una nave se acerca a la enorme esfera. Dentro de la nave solo se escucha una voz robotica indicando la distancia restante para el aterrizaje; la nave era de un tamaño diminuto que se confundía con las pequeñas estrellas que habían en el camino, y el sonido que producía se perdía en la inmensidad de la oscuridad. La voz robotica del interior de la nave informa que a tan solo mil metros se estaría iniciando la entrada al planeta azul, la nave traspasa sin ningún problema la corteza y llega a un espacio de un color azul pálido disminuyendo la velocidad, para el aterrizaje en la superficie blanca; mientras esta en el espacio azul un viento muy fuerte desequilibra la nave, comienza a girar sin control, cuando de repente un objeto desconocido y de gran tamaño viene en dirección a la pequeña nave, se acerca a una gran velocidad, en medio de un humo completamente blanco que no permite ver al piloto de la pequeña nave que dirección tomar, así que no logra evitar ser golpeado por el enorme objeto, que lanza a la nave con tal fuerza que al caer el pequeño ser que venia en la nave queda inconsciente y la nave destruida completamente. En una superficie blanca y helada se ve el cuerpo de un extraño ser y pedazos de un extraño material de color marrón.
Después de algunas horas el humo que dejo ese extraño objeto ya se había esfumado, pero la diferencia no era mucha, pues  el lugar era completamente blanco sin importar hacia que dirección se observara, parecía que el tiempo no pasara, era un lugar al parecer muerto, un lugar sin sentido.
Un grupo de seres vestidos con botas de muchos colores, abrigos y gorros de pelo de animal, guantes y pantalones casi siempre azules, se acercaron a mirar curiosamente el extraño y pequeño ser que había tirado en el suelo, uno de los grandes seres lo tomo con su mano y lo metió en una bolsa transparente.
El ser que estaba visitando la enorme esfera azul, llegaba de un planeta muy pequeño que nadie ha mencionado jamas, el planeta se llama Studmak, donde vive una pequeña población de luxniaos. Los Lxniaos son seres pequeños, de color violeta, con los ojos grandes, pelo de diferentes colores según la rapidez del día, nacen de un gran mar que cubre la tercera parte de su planeta, cada día nacen aproximadamente 30 o 50 Luxniaos, y al mismo tiempo entre 100, salen en pequeñas naves a explorar otros mundos para buscar un lugar donde puedan llevar su planeta y así poder expandirse y tener mas espacio para los Luxniaos que nacen cada día. A veces son pocos los que llegan de las exploraciones y llegan contando historias que parecen pesadillas de los lugares que visitan; estos pequeños seres son muy amigables y trabajadores, son los encargados de crear una especie de diamantes muy brillantes que lanzan a la oscuridad del universo, para darle un poco de luz, se adaptan fácilmente a otras atmósferas, sin embargo son muy vulnerables al frió, ya que van perdiendo el color de su piel y su pelo comienza a ponerse gris. Croac era el valiente que había decidido ir a explorar un enorme esfera azul que se veía desde su planeta y que desde el día que nació había deseado ir, y conocer lo que había en la enorme mancha blanca que cubría gran parte de esa esfera, sus compañeros jamas se había arriesgado a ir a ese planeta, le tenían miedo a ese color blanco, parecía que hacia frió. Pero Croac no le temía a nada y el día por fin había llegado, tenia preparada su nave, era de un color marrón con pecas naranjadas. Se despidió de sus compañeros y antes de irse fabrico un hermoso diamante, el mas brillante que había hecho en toda su vida para lanzarlo y encontrárselo en su camino. Entro en su nave y comenzó su viaje, duraría aproximadamente 36 horas, pero llevaba suficiente alimento, unas especies de semillas de color rojo y unas botellas con agua del mismo mar del que nacían.
Cuando llego al gran planeta azul, una nave que el no conocía y que era 80 veces mas grande que su nave lo estrello, haciendo que quedara inconsciente y que su nave quedara destruida por completo; el frió de ese lugar ya estaba logrando que su color comenzara a ser de un lila muy claro, estaba tirando en un lugar completamente blanco y frió, un lugar que no tenia sonido; cuando comenzó a despertar estaba en un lugar donde habían seres muy grandes, Croac se sintió seguro y pensaba que esos seres lo habian cuidando después de su trajico aterrizaje, cuando logro ponerse de pie lanzo un amigable saludo, saludo que llamo la atención de esos seres, los humanos, quienes no entendían el lenguaje del pequeño ser y solo escuchaban gritos en un tono muy bajo. Comenzaron a observarlo, se pusieron una gafas enormes que asustaron a Croac, tomaron unas pinzas gigantes con las que lo pusieron en un frasco de vidrio transparente, Croac comenzó a tener de nuevo su color morado, pues el laboratorio era mas caliente. Lucy, una de las científicas tomo unas fotografías de Croac para comenzar los estudios, Lucy le sonreía al pequeño ser, pero Croac la miraba con algo de temor, ya no se sentía protegido.
Lucy, Arthur y Charlotte vivían en el Polo Sur desde hace un año, crearon un laboratorio en el que estudiaban todo lo que ocurría en ese frió lugar de la tierra, y al encontrar a Croac sintieron gran curiosidad de saber que especie era. Arthur decidió tomar el frasco donde estaba Croac y llevarlo siempre con él para analizar en todo momento su comportamiento, así que cuando cayo la noche él y sus compañeras habían decidió ir a un lugar para ver las estrellas, que extrañamente saldrían esa noche, Croac podía entender el lenguaje de los seres humanos, así que escuchaba atentamente todo lo que hablaban. Mientras caminaban hablaban de lo que habían visto en el fondo del agua ese día, de los peces que habían disecado para guardar en el túnel, del avión que había llegado en la tarde con los nuevos equipos. Cuando llegaron al lugar donde verían las estrellas Croac vio que el grupo de científicos levantaban la cabeza hacia eso que llamaban cielo, él también lo hizo y vio todos los diamantes que fabricaban en su planeta así que comprendió que los humanos los llamaban estrellas, y vio que desde ahí abajo se veían mas hermosos, mas brillantes, en especial una que brillaba mucho mas que las otras, entonces Croac recordo el enorme diamante que había hecho antes de salir de su planeta, era el mismo, y sonrió porque en su camino se encontró con su estrella.
Pasaron muchos días sin que los científicos lograran saber la procedencia de Croac, pero Croac si aprendió mucho acerca de ellos, aprendió que de un objeto cuadrado muy grande y de color negro se veían unas imágenes que contaban historias de otros lugares, quizá de los mundos que él no conocía. Que los científicos que lo tenían atrapado habían huido de un lugar horrible, donde otros humanos, como ellos, se mataban, otros habían acabado con las estrellas y en ese espacio llamado cielo ya nadie podía ver los diamantes que hacían los luxniaos,  que habían otros humanos mas pequeños algún día serian los que salvarian al planeta azul, pero tenían que crecer mas y leer muchos libros.
En las noches se escuchaban sonidos de seres enormes que vivían debajo del piso del laboratorio y a Croac le gustaba escuchar ese sonido, aunque los humanos dijeran que los que producían el sonido eran criaturas salvajes, porque uno de esos seres, que se llamaban ballenas, había atacado a uno de los científicos cuando intentaba ponerle un aparato que serviría para saber que hacia durante el día, Croac pensaba que algo que produzca tan hermosos sonidos no podía ser malo, seguro ese día estaba molesto y sin querer lastimo al científico; también Croac conoció algo que caminaba graciosamente y que era de color blanco y negro, quizá nacían de esa superficie blanca y fría en la que el había caído cuando su nave se estrello, esos graciosos personajes que hacían reír a Croac se llamaban pingüinos y un día escucho que los científicos decían que uno de esos pingüinos tontos había cambiado el rumbo de su camino, camino que solo lo llevaría a una muerte segura, Croac pensó que tal ves el pingüino quería conocer otros planetas para expandirse y tener mas lugar para todos los pingüinos que nacían del frió de esa dura superficie y eso no lo hacia tonto, sino valiente.
Los científicos agotaron todos los recursos para saber que especie era Croac, y decidieron aplazar esa investigación, así que lo dejaron en un rincón del laboratorio y Croac ya casi no podía escuchar las historias del objeto cuadrado, ni ver a los pingüinos, ni a esas focas locas que aplaudían cunado él las miraba, y lo que mas extrañaba era ver sus diamantes quietesitos en el cielo. Un día, mientras Arthur buscaba una lupa, golpeo el frasco donde Croac estaba, así que lo tomo y sin mirar si Croac estaba vivo o no, lo llevo al túnel donde guardaban todos los animales disecados, los estudios realizados, los descubrimientos de plantas y animales. Era un túnel muy frió y oscuro, con paredes de hielo, que se ilumino cuando Arthur presiono un botón, busco un espacio y puso a Croac en un lugar que tenia una nota que decía "desconocido" y volvió a presionar el botón y el lugar quedo oscuro otra ves. Croac sentía mucho miedo, ya sentía que el frasco se estaba enfriando y que de nuevo estaba tomando ese color lila, y su pelo estaba blanco, no podía ver nada y tampoco escuchar, era un silencio tenebroso. Croac sintió que un agua un poco caliente comenzó a rodar por su cara, mientras mas miedo sentía, mas agua le salia de sus enormes ojos, Croac no sabia que era, así que cerro sus ojos para ver si dejaban de salir y se sentó, Croac no sabia que el agua que salia de sus ojos se llamaban lagrimas, no lo sabia porque en su planeta no existía la tristeza ni la soledad, era algo nuevo para el.
Croac metió sus manos en un bolsillito pequeño que tenia su pantalón y sintió un pedacito de algo muy blando y lo saco, era con lo que fabricaban los diamantes en su planeta, así que se le ocurrió comenzar hacer muchos para iluminar su prisión, mientras hacia brillantes estrellas, comenzó a recordar como era su planeta, era pequeño, con un mar de deliciosa agua, con unas cositas de colores que crecían del suelo y tenían un delicioso olor, recordó el lugar donde todos dormían después de crear muchas estrellas, de sus amigos Snaff y Contrer, había estado con ellos desde que nacieron, y Croac solo esperaba que los planetas que ellos visitaran fueran mucho mejor que ese en el que él estaba atrapado y donde seguramente muy pronto moriría.
 Croac no entendía porque los humanos querían destruir su planeta azul, si tenia cosas tan perfectas y mágicas, tal ves no tenia mucho colo,r pero ellos podrían darle color a ese blanco pálido y triste en el que vivían. Croac estaba terminando de hacer la ultima estrella cuando sintió que se le acababan las fuerzas, que ya no era capaz de moverse, ya el frió estaba congelando su pequeño cuerpo, solo miraba en la oscuridad como brillaban sus estrellas, y mientras las miraba sus ojos se cerraban y pensaba, que tal ves, llegaría hasta el cielo a encontrarse con su brillante estrella y ver desde arriba el lugar al que siempre deseo conocer, pero que solo vio detrás del vidrio amarillento del frasco que fue su prisión.